Me gusta

martes, 12 de xaneiro de 2016

A terra dos simios

Estos días de fiesta fueron un buen momento para ir a las Simien Mountains. Para llegar hasta este parque natural declarado Patrimonio de la Humanidad  hay que volar desde Addis a Gondar y, desde allí, seguir dos horas en coche. Por el camino voy dejando atrás varios pueblos que se extienden a lo largo de la carretera. Todo parece estar ambientado en la época de la Biblia. Hombres y mujeres con turbantes montados en burros, ferias de ganado en medio de la calle, casetas y casas hechas con palos y arcilla, pastores con sus varas, pajares, gallinas picoteando en la entrada de las casas, campos de trigo, teff y cebada. Solo los coches, algunos turistas y la gente hablando por el móvil me sitúan de nuevo en la actualidad. Hay un cartel grande a un lado de la carretera que pone en inglés "No mandes a los niños a trabajar,  mándalos a la escuela".

Estes días de festa foron un bo momento para ir ás Simien Mountains. Para chegar ata este parque natural declarado Patrimonio da Humanidade  hai que voar dende Addis a Gondar e, dende alí, seguir dúas horas en coche. Polo camiño vou deixando atrás varios pobos que se estenden ao longo da estrada. Todo parece estar ambientado na época da Biblia. Homes e mulleres con turbantes montados en burros, feiras de gando no medio da rúa, casetas e casas feitas con paus e arxila, pastores coas súas varas, palleiros, pitas picoteando na entrada das casas, campos de trigo, teff e cebada. Só os coches, algúns turistas e a xente falando polo móbil sitúanme de novo na actualidade. Hai un cartel grande ao carón da estrada que pon en inglés "Non mandes aos nenos a traballar,  mándaos á escola".


Conforme nos vamos acercando al parque me voy dando cuenta de que Etiopía tiene mil caras. Y esta es verde y, por el momento, no está golpeada por la sequía. Abundantes pastos para el ganado, riachuelos que se esfuerzan por seguir llevando agua y arbolados prados conforman un paisaje de una naturaleza exuberante.

Conforme nos imos achegando ao parque voume decatando de que Etiopía ten mil caras. E esta é verde e, polo momento, non está golpeada pola seca. Abundantes pastos para o gando, regatos que se esforzan por seguir levando auga e arborizados prados conforman unha paisaxe dunha natureza exuberante.

Un lugar donde las montañas se superponen unas a otras hasta perderse en el horizonte.

Un lugar onde as montañas superpóñense unhas a outras ata perderse no horizonte.


Este es el entorno de los Amhara. Sus aldeas se desperdigan entre las montañas. Las casas son cabañas circulares hechas con troncos, piedras y paja seca. Una forma de vida ancestral que se ha perpetuado hasta nuestros días. Me imagino que cualquier poblado castrexo sería algo parecido a esto.

Esta é a contorna dos Amhara. As súas aldeas espállanse entre as montañas. As casas son cabanas circulares feitas con troncos, pedras e palla seca. Unha forma de vida ancestral que se perpetuou ata os nosos días. Imaxínome que calquera poboado castrexo sería algo parecido a isto.


Son gente que convive con los rigores de un clima de fuertes contrastes: mucho calor por el día y temperaturas gélidas por la noche. Gente humilde que trabaja el campo y cuya lucha por sobrevivir en el medio marca cada rasgo de su cara. Los niños pastorean desde muy pequeños y una manta es todo lo que tienen para protegerse del sol y del frío.

Son xente que convive cos rigores dun clima de fortes contrastes: moita calor polo día e temperaturas xélidas pola noite. Xente humilde que traballa o campo e cuxa loita por sobrevivir no medio marca cada trazo da súa cara. Os nenos pastorean desde moi pequenos e unha manta é todo o que teñen para protexerse do sol e do frío.


La mayoría de niños no van al colegio porque tienen que ayudar a sus familias. Recorren kilómetros llevando a las cabras y yendo a por agua. El turismo hace que muchos de ellos se acerquen a los senderos que recorremos para vender pequeñas cestitas o simplemente vernos. A mí me dan ganas de darles todo cuanto llevo en la mochila, pero el guía nos dice que no les demos nada. Que no deben vernos como una fuente de algo, porque si no, acabarán por dejar lo que hacen para dedicarse a pedir. Aún así, comparto con ellos mis cacahuetes.

A maioría de nenos non van ao colexio porque teñen que axudar ás súas familias. Percorren quilómetros levando ás cabras e indo a por auga. O turismo fai que moitos deles se acheguen aos carreiros que percorremos para vender pequenas cestiñas ou simplemente observarnos. A min danme ganas de darlles todo canto levo na mochila, pero o guía di que non lles deamos nada. Que non deben vernos como unha fonte de algo, porque se non, acabarán por deixar o que fan para dedicarse a pedir. Aínda así, comparto con eles os meus cacahuetes.




Algunos niños me dejan estar un rato con ellos.

Algúns nenos déixanme estar un intre con eles.



Siento una mezcla entre admiración y pena. Admiración profunda hacia esta gente humilde, luchadora, de vida sencilla, austera, que trabaja el campo y cuida de sus animales con dedicación. Que afronta cada día las severidades con un enorme esfuerzo. Hacia esa simbiosis entre hombre y naturaleza. Sin comodidades. De sabiduría milenaria. Pero también me embarga la pena por la falta de ayuda y oportunidades. Porque las políticas se olvidan de la enorme riqueza cultural de estos pueblos. Sin infraestructuras para gestionar sus recursos; tantas veces asolados por la pobreza.

En una de las cabañas nos dejan entrar para servirnos café.

Sinto unha mestura entre admiración e pena. Admiración profunda cara a esta xente humilde, loitadora, de vida sinxela, austera, que traballa o campo e coida dos seus animais con dedicación. Que afronta cada día as severidades cun enorme esforzo. Cara a esa simbiose entre home e natureza. Sen comodidades. De sabiduría milenaria. Pero tamén me embarga a pena pola falta de axuda e oportunidades. Porque as políticas esquécense da enorme riqueza cultural destes pobos. Sen infraestruturas para xestionar os seus recursos; tantas veces arrasados pola pobreza.

Nunha das cabanas déixannos entrar para servirnos café.


Dentro está oscuro y hay separaciones hechas con tronquitos. Una parte es para los animales. Hay colchones por el suelo. La cocina es una hoguera, unas cuantas ollas y un granero en el medio. Huele a humo y el fuego está encendido. El café nos lo hace una chica joven. Musulmana. Lava los granos y los tuesta. Después, los muele en un mortero. Otra mujer prepara cerveza natural con cebada.

Dentro está escuro e hai separacións feitas con pequenos troncos. Unha parte é para os animais. Hai colchóns polo chan. A cociña é unha fogueira, unhas cantas potas e un celeiro no medio. Cheira a fume e o lume está aceso. O café fáinolo unha moza nova. Musulmá. Lava os grans e tóstaos. Despois, móeos nun morteiro. Outra muller prepara cervexa natural con cebada. Sábenme a gloria.



Los niños corretean fuera y miles de moscas los persiguen.

Os nenos corretean fóra e miles de moscas perséguenos.


Al dejar el poblado uno se va adentrando en la tierra de los monos Gelada. Están a su aire buscando las mejores raíces y no se asustan. Puedes tenerlos a menos de un metro de distancia.

Ao deixar o poboado vaise penetrando na terra dos monos Gelada. Están ao seu aire buscando as mellores raíces e non se asustan. Podes telos a menos dun metro de distancia.






De repente, un zorro etíope se deja ver entre la vegetación. La suerte está conmigo porque no es fácil verlo.

De súpeto, un raposo etíope déixase ver entre a vexetación. A sorte está comigo porque non é fácil velo.


Al final del camino se hace de noche y nos resguardamos en las tiendas. Hace mucho frío. El trayecto ha sido duro. Entre siete y ocho horas caminando cada día, durante tres días, entre montañas hasta llegar a los campamentos.

Ao final do camiño ven a noite e imos cara as tendas. Fai moito frío. O traxecto é duro. Entre sete e oito horas camiñando cada día, durante tres días, entre montañas ata chegar aos campamentos base.


Así que todos nos juntamos un rato en un refugio alrededor del fuego. Cantan canciones en amárico y nos piden que cantemos en nuestras lenguas. Yo me pongo estupenda con O sancristán de Coimbra. Me faltaban las voces de mis amigas para echarme un pie. Pero creo que nadie se llegó a dar cuenta de lo mal que canto...

Así que xuntámonos todos un intre nun refuxio ao redor do lume. Cantan cancións en amárico e pídennos que cantemos nas nosas linguas. Eu póñome estupenda con O sancristán de Coimbra. Faltábanme as voces das miñas amigas para botarme un pé. Pero creo que ninguén se decatou do mal que canto... 



Me voy a dormir y pienso que la Etiopía que recorro camina hacia los mismos errores que nosotros. La política prioriza la construcción desmesurada de edificios en las grandes urbes. Todo se prepara para que las personas adineradas y consideradas triunfadoras tengan acceso a muchas más comodidades. A compras en centros comerciales, a coches, a hoteles, a colegios privados... Pero se abandona lo básico. A quién le importa que no haya un colegio para que los niños de las aldeas puedan educarse, a quién le importa que el centro de salud más cercano esté a cuatro horas. A quién le importa que no haya agua potable, más que un río cuyo caudal depende de la climatología. A quién le importan las condiciones insalubres de los campesinos. En estos parajes luminosos y fértiles, con los avances que hay ahora, se podría vivir de forma digna. Solo se necesitaría una educación destinada a enriquecer la agricultura, a extraer lo mejor del campo sin explotarlo, a canalizar el agua y los residuos, a mejorar los pastos y multiplicar las ganaderías. Emplear los recursos para dignificar la vida de estas gentes, que son nuestras gentes. Sin embargo, no hay aldea sin iglesia y la fe como progreso es un atraso.
 
Vou a durmir e penso que a Etiopía que percorro camiña cara aos mesmos erros que nós. A política prioriza a construción desmesurada de edificios nas grandes urbes. Todo se prepara para que as persoas adiñeiradas e consideradas triunfadoras teñan acceso a moitas máis comodidades. A compras en centros comerciais, a coches, a hoteis, a colexios privados... Pero abandónase o básico. A quen lle importa que non haxa un colexio para que os nenos das aldeas poidan educarse, a quen lle importa que o centro de saúde máis próximo estea a catro horas. A quen lle importa que non haxa auga potable, máis que un río cuxo caudal depende da climatoloxía. A quen lle importan  as condicións insalubres dos campesiños. Nestas paraxes luminosas e fértiles, cos avances que hai agora, poderíase vivir de forma digna. Só se necesitaría unha educación destinada a enriquecer a agricultura, a extraer o mellor do campo sen explotalo, a canalizar a auga e os residuos,  a mellorar os pastos e multiplicar as ganderías. Empregar os recursos para dignificar a vida destas xentes, que son as nosas xentes. Con todo, non hai aldea sen igrexa e a fe como progreso é un atraso.



6 comentarios:

  1. Que pasada de viaxe, Uxía, que sorte. Fíxome gracia a frase "Todo parece estar ambientado na época da Biblia" jejejj polo que descrebes, e vendo esa foto do principio, enténdeseche ben a sensación que debiches ter, e penso que aquí hai poucos centos de anos debía ser parecido. O das casas si que choca máis, parecen ser tal cal o que debían ser os castros, non? E con quen fostes para rematar tomando café na casa deles, se nen sequera lles podiades pagar?
    Dis que moita pobreza nesa zona non hai, pero as roupas dos nenos, as moscas ao redor, e o analfabetismo... puf.. dende aquí da outra imaxe.
    Eu non sei que debera pasar para rematar coa pobreza neses sitios, din que só retirándose de África as potencias "do Norte", eles mesmos xa poderían vivir dos seus recursos. Pero o capitalismo é insaciable...
    As imaxes dos monos Gelada, unha pasada, de documental! Tivo que ser moi emocionante! Quen puidera estar aí para facerche as voces do Sacristán! ;)
    Un bico ben forte

    ResponderEliminar
  2. de verdad que non puiden sacar as fotos dende o coche, pero eran ciudades bíblicas. Son tal cal os castros, casas feitas con pedras e troncos, pero neste caso a xente vive nelas e iso é o que impresiona. rudiemntario total. Fomos cun guía etíope que é o que te leva polos sendeiros durante os catro días que dura a travesía. Nun momento preguntounos se queríamos ver como vivía a xente e todos lle dixemos que si. había que pagar o café con cartos. eles gástannos nas ciudades cando van. Claro que hai pobreza. moitísima. o que quixen decir é que aquí non hai seca e que polo momento os animais teñen comida e a xente tamén, pero nunhas condicións durísimas. non hai cartos para mercar roupa ou utensilios de cociña...Están olvidados polas políticas. é un problema dos gobernos de aquí, que lle dan prioridade a outras cousas, a xerar consumo e non a xerar riqueza no campo. E os monos si. estaban ao noso lado. o vídeo que puxenSi quen dea graveino eu. estaban ao meu lado...mirábanme e ppasaban de min... En fin. quen dera un sacristan de coimbra a varias voces...jejej bico

    ResponderEliminar
  3. O video graváchelo ti??? Pensei que o colleras do youtube para que nos imaxinaramos como era o sitio! Mi madriña, impresionante....
    E tiña razón o Fer, 4 días camiñando 7h/día... ti si que te metiches no disfraz do ano pasado e aínda non saíches! ;)
    Se teñen para comer todos e os animais, aínda é, pero si, unha situación moi dura. E o dos gobernos dos países africanos, tamén che hai debate, que moitas veces din que só son títeres das potencias que os explotan, e cando surxe un que non o é, elimínano pronto. Mira o docu do Thomas Sankara ese e me contas que che parece.
    Bicos, Ux! Eu quixera ser merliño... : )

    ResponderEliminar
  4. Me gusta esta Etiopia!!!! Afortunada tu al poder descubrir esta cultura y forma de vida tan impresionante y tan extrema....felicidades y ahora a volver a disfrutarla en la mejor compañia....
    Bicos

    ResponderEliminar
  5. Que tal el autentico y genuino cafe etiope?

    ResponderEliminar
  6. Soy tú tío, a ver si me llamas.
    Un beso.
    Jaime Noguerol.

    ResponderEliminar