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mércores, 7 de outubro de 2015

Venres 2 de outubro

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La cónsul me recoge delante de mi casa. Tiene un coche grande. Me pregunta qué tal todo, hablamos y me recomienda que me apunte a clases de yoga. Pienso que me vendría mejor apuntarme a bailes africanos, pero ya iré viendo. Recogemos a otros dos chicos en un hotel, ambos españoles, que trabajan para la Embajada de España en El Cairo. El pub al que llegamos podría ser cualquier pub de cualquier ciudad europea. Un sitio de primera hora sin mucho ruido en el que se puede conversar y tomar una cerveza etíope. Los españoles que están allí están celebrando una despedida porque hay una chica que deja Addis. Me presentan a la mayoría. Son jóvenes y casi todos trabajan para la ONU. Después de ese pub me llevan a una especie de discoteca de dos plantas, como cualquier discoteca occidental. Hay trabajadores a destajo: ciento y un camareros, guardias de seguridad, limpiadoras en los baños, aparcacoches... Suena la canción de "Yo la conocí en un taxi" en amárico y la última de Enrique Iglesias. La gente que nos rodea es la mayoría blanca, aunque también hay etíopes. Hay cierta tendencia a la occidentalización, sobre todo cuando se trata de ofrecer servicios a las clases adineradas de extranjeros que están aquí afincados o a ciertos sectores pudientes de la población. A la una me acercan a casa y quedo con ellos en que ya nos volveremos a ver.
A cónsul recólleme diante da miña casa. Ten un coche grande. Pregúntame que tal todo, falamos e recoméndame que me apunte a clases de ioga. Eu creo que me viría mellor apuntarme a bailes africanos, pero xa irei vendo. Recollemos a outros dous mozos nun hotel, ambos españois, que traballan para a Embaixada de España no Cairo. O pub ao que chegamos podería ser calquera pub de calquera cidade europea. Un sitio de primeira hora sen moito ruído no que se pode conversar e tomar unha cervexa etíope. Os españois que están alí están celebrando unha despedida porque hai unha moza que deixa Addis. Preséntanme á maioría. Son novos e case todos traballan para a ONU. Logo dese pub lévanme a unha especie de discoteca de dúas plantas, como calquera discoteca occidental. Hai traballadores arreo: cento e un camareiros, gardas de seguridade, limpiadoras nos baños, aparcacoches... Soa a canción de "yo la conocíi en un taxii" en amárico e a última de Enrique Iglesias. A xente que nos rodea é a maioría branca, aínda que tamén hai etíopes. Hai certa tendencia á occidentalización, sobre todo cando se trata de ofrecer servizos ás clases adiñeiradas de estranxeiros que están aquí afincados ou a certos sectores podentes da poboación. Á unha achéganme a casa e quedo con eles en que xa nos volveremos a ver.

3 comentarios:

  1. Jajajajaja.....yo tambien creo que vas a pasartelo mejor en bailes africanos, ademas de empaparte mejor de su cultura.

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  2. Cuando dices jovenes.....te refieres a gente muy muy joven? Quiero decir....sientes ya el peso de los años?😉😉😉

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  3. Cuando dices jovenes.....te refieres a gente muy muy joven? Quiero decir....sientes ya el peso de los años?😉😉😉

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